Aparejo de Ketch, con dos mástiles, mayor y mesana, ligeramente caídos hacia popa y con masteleros. Velas mayor y mesana cangrejas y tres velas de estay delante del palo mayor arraigadas en la proa y el botalón (trinquete, foque y petifoque) y varios foques volantes con driza a tope del mastelero, escandalosa en el mayor. En foque y petifoque enrolladores hidráulicos.
Está clasificado como buque de pasaje en el grupo 1, clase G, con una capacidad máxima en navegaciones de día de 60 pasajeros y una tripulación mínima de tres personas.
Piloto automático Robertson, radar Raytheon con mini arpa, GPS, sonda Furuno 1.500 mts., ordenador y cartas de navegación electrónicas.
VHF con DSC Shipmate (mmsi nº 224002260), HF/MF Sailor BLU distintivo EA2942
Radio baliza, balsas, bote auxiliar rígido con motor fueraborda de 15 hp.
Compresor Coltry MCH16 de aproximadamente 260 lts/ min.
Compac, minicadena, vitrocerámica, microondas, lavadora, potabilizadora de agua de mar, congelador y nevera.
Lo que era antiguamente bodega de carga, se ha modificado para acomodar a un máximo de 10 personas en 4 camarotes. Es un espacio amplio, ventilado y con todo el carácter y la sencillez de un casco de madera hecho para el transporte de carga hace ya más de siglo y medio. La capacidad del barco es de 60 personas en navegaciones de un día y de 10 para semanas completas.
El velero Rafael Verdera, folio 4 de la lista 2ª de la matrícula de Ibiza, fue botado a la mar el 15 de abril de 1841, siendo actualmente el barco en activo más antiguo de la flota española.
La PATENTE DE NAVEGACIÓN dada en Ibiza en 1891 es el documento más antiguo que conservamos, está firmado por María Cristina, la Reina regente cuando el rey Alfonso XIII era todavía menor de Edad.
El texto es de un gusto exquisito y marinero que ya nos gustaría encontrar en nuestras visitas a la administración marítima.
Decían algunos, los más viejos en Ibiza y Formentera, que antiguamente fue un Llaud de dos mástiles, aparejo que llamamos Falucho, y que desde entonces ha ido modificando sus formas adaptándose a los usos del tiempo.
Otros, que habían sido marineros de este barco haciendo, durante los años anteriores a la guerra civil la ruta de Argel, contaban que, además de la carga llevaban también pasaje de emigrantes en aquellos años en los que los más jóvenes de muchas familias debían dejar su casa y buscar fortuna en tierras lejanas.
A finales del siglo XIX se llamó Veloz y aparejado de Místico unió a las Islas Baleares entre sí y a estas con otras islas del Mediterráneo Occidental y con ciudades como Barcelona, Valencia, Marsella, Génova, Nápoles o Argel, depositando en sus muelles las cargas que habían embarcado días o semanas atrás en la costa vecina.
Más adelante cambió su aparejo por el de balandra y su nombre por María.
En 1932 se le llama Rafael Verdera en recuerdo de uno de sus armadores muerto en accidente de tráfico en uno de aquellos “locos cacharros”.
Fue homenajeado por las autoridades de Ibiza en una fiesta en la que se celebró su centenario y poco después es reconstruido como Pailebote con popa redonda y cabina o puente protegiendo la caña del timón y dando un abrigo a la tripulación de guardia.
En aquellos tiempos de privaciones, postguerra, se le llamaba “Sa Balandreta” y transportaba mercancías de forma regular entre Palma de Mallorca e Ibiza. “Quan vingui Sa Balandreta ho tindrém” era una frase a menudo repetida en los almacenes de Ibiza cuando las mujeres de vestido negro y larga trenza en la espalda buscaban algún producto de “fora s’Illa”.
En 1920, tras 79 años de singladuras, se le instaló su primer motor, un Otto Deutz de dos cilindros y 40 hp, al que sustituiría el año 1934 un mono cilíndrico Volund de 65 hp dos tiempos, “de cabeza caliente” y a este en 1989 un Cumins con 6 cilindros en línea y 200 hp, en el año 2000 se hizo un nuevo cambio y se montaron dos motores Volvo de 145 hp con 2 hélices.
Con el cambio de siglo, la arboladura y velamen de los barcos de tonelaje medio sufrió muchos cambios, quedando la vela latina restringida a pequeñas embarcaciones costeras de pesca y cabotaje.
Las velas cangrejas, más fáciles de trabajar, pusieron de moda los aparejos de Balandra, Queche y Goleta.
En el Rafael Verdera de finales del siglo XX, se recuperó un velamen latino evolucionado, antiguamente llamado Tartana. Sus mástiles llevan jarcia firme y conservan los aparejos propios de la vela latina: avantes, guindalezas, trozas, amantes, ostas, cargaderas…
En las antenas que cruzan sus mástiles se afirma el grátil de sendas velas latinas y por los estay que arraigan en el botalón o en cubierta corren los mosquetones de diversos foques.
En la popa, un pescante para el bote auxiliar y el caza escotas para reenvío sobre cubierta de la escota de la vela mesana, completan la estampa del barco.
Hemos navegado y vivido durante 14 años en un navío hermoso y simple, con un aparejo latino realmente arcaico. Lo hemos disfrutado y en ese tiempo, lo hemos ido transformando casi sin darnos cuenta y sin pausa, pero nos hemos visto obligados a introducir mecanismos, instalaciones e incluso algunas formas estructurales, unos por necesidad y otros por obligación.
Quedan en el recuerdo el timón de caña y guardines, aquella instalación de agua potable con un barril de madera tumbado y un cazo, el cabrestante de balancín tan lento y pesado, el Volund de cabeza caliente y las antenas latinas de 22 y 16 metros, las guindalezas, las trozas…
Y para entrar en el nuevo siglo, el milenio y etc, el Rafael Verdera ha modificado el aparejo convirtiéndose de nuevo en “balandra” o de una forma más técnica diríamos que en “ketch”.
Se ha dado el último gran empujón a la reforma que se comenzó hace años, se ha elevado progresivamente la cubierta en los dos tercios de popa de forma que en el coronamiento de esta es ahora unos 40 cms más alta y el volumen interior bastante más amplio. Se ha cambiado la distribución interior, dos motores en dos cámaras separadas, una amplia sala de máquinas, dos nuevas cabinas sobre cubierta, entre otras, y esta es su nueva estampa, no tan diferente de alguna de las que había tenido antes.
u003ch2u003e¿Quienes somos?u003c/h2u003ernEl Rafael Verdera siempre ha sido un barco familiar, formado por Mikel, Nuria, Sara e Iñaki.rnrnu003cimg class=u0022size-medium wp-image-2138 alignleftu0022 src=u0022https://velerorafael.com/wp-content/uploads/2025/02/DSC06610-2-300×225.jpgu0022 alt=u0022u0022 width=u0022300u0022 height=u0022225u0022 /u003eu003cimg class=u0022 wp-image-2141 alignleftu0022 src=u0022https://velerorafael.com/wp-content/uploads/2025/02/familia-1-1-300×195.jpgu0022 alt=u0022u0022 width=u0022352u0022 height=u0022229u0022 /u003eu003cimg class=u0022alignnone size-medium wp-image-2135u0022 src=u0022https://velerorafael.com/wp-content/uploads/2025/02/Baldeo-Sara-1-207×300.jpgu0022 alt=u0022u0022 width=u0022207u0022 height=u0022300u0022 /u003e u003cimg class=u0022alignnone size-medium wp-image-2144u0022 src=u0022https://velerorafael.com/wp-content/uploads/2025/02/ZJ-SailingTeam_067-1-225×300.jpgu0022 alt=u0022u0022 width=u0022225u0022 height=u0022300u0022 /u003eu003cimg class=u0022wp-image-2132 alignleftu0022 src=u0022https://velerorafael.com/wp-content/uploads/2025/02/27-1-e1739462096393-300×202.jpgu0022 alt=u0022u0022 width=u0022397u0022 height=u0022267u0022 /u003ernrnu0026nbsp;rnrnu0026nbsp;rnrnu0026nbsp;rnrnSara e Iñaki nacieron en el barco, y desde entonces, Iñaki ha seguido la tradición familiar hasta ahorarnrnu0026nbsp;rnrnu0026nbsp;rnrnu0026nbsp;rnrnÉl es el capitán del velero, patrón de altura y un verdadero experto en el mantenimiento del Rafael Verdera.rnrnu003cimg class=u0022wp-image-1747 alignleftu0022 src=u0022https://velerorafael.com/wp-content/uploads/2025/02/Imagen-de-WhatsApp-2024-11-16-a-las-19.44.16_178e1578-e1739462254566-176×300.jpgu0022 alt=u0022u0022 width=u0022249u0022 height=u0022424u0022 /u003e